El flanco sur de la OTAN reclama el "sí" de Rusia para intervenir en Kosovo

La intervención de la comunidad internacional para resolver el conflicto de Kosovo no puede realizarse en contra de la opinión de Rusia, sino contando con su activa participación. Así lo manifestaron ayer en Palma de Mallorca los ministros de Defensa de España, Eduardo Serra; Francia, Alain Richard; Italia, Beniamino Andreatta, y Portugal, José Veiga Simöao, los cuatro socios de las unidades multinacionales del flanco sur de la OTAN: Eurofuerza Operativa Rápida (Eurofor) y Fuerza Marítima Europea (Euromarfor).

Grecia tendrá que seguir esperando para participar en ambas fuerzas, pues los ministros decidieron que su ingreso se producirá más adelante y conjuntamente con Turquía, aunque Atenas lo solicitó primero, para no darle a Ankara más motivos de agravio.El conflicto de Kosovo, la tensión entre Grecia y Turquía a propósito de Chipre y la inestabilidad en el Magreb fueron los asuntos de mayor calado político abordados durante el fin de semana en la isla mediterránea.

Fue Alain Richard quien primero planteó la necesidad de que una eventual intervención en Kosovo cuente con el consenso de Moscú. «Rusia forma parte del esfuerzo internacional para hallar una solución pacífica. Si el Consejo de Seguridad tuviera que pronunciarse sobre la utilización de la fuerza, creemos que hay fuertes posibilidades de que haga una contribución positiva», afirmó. El portugués Simao calificó a Moscú de «compañero imprescindible» en esta crisis, mientras que el italiano Andreatta restó importancia a la declaración del general Leonid Ivashov, quien amenazó con una nueva guerra fría si la OTAN interviene sin el visto bueno de la ONU, pero subrayó que «cualquier acción que se lleve a cabo en Kosovo debe ir precedida de una resolución del Consejo de Seguridad». Un punto en el que, como reconoció Richard, discrepan la UE y EE UU, que mantienen «diferentes visiones respecto al lugar exacto del Consejo de Seguridad».

Respecto a la crisis de Chipre, el español Eduardo Serra se limitó a recordar que Grecia y Turquía son dos países aliados y amigos y a «hacer votos» por que solventen lo antes y mejor posible sus diferencias. El propósito de no echar más leña al fuego del contencioso greco-turco llevó a los cuatro ministros a dar largas a la petición de ingreso de Atenas en las eurofuerzas.

Según explicó Richard, se remitirá una carta al Gobierno griego explicándole que tanto Eurofor como Euromarfor son unidades recientes -la operatividad de la primera se declaró el pasado día 6 en Nimes (Francia)- que deben superar un rodaje antes de aceptar nuevos miembros. No se cierra la puerta, agregó, a posibles ampliaciones, pero deben ser equilibradas, de forma que Grecia y Turquía ingresen a la vez, a pesar de que la solicitud griega se presentó antes.

En su afán por disipar recelos y malentendidos, no sólo miraron hacia el Mediterráneo oriental, sino también hacia la orilla sur. La creación de Eurofor y Euromarfor ha sido percibida en el Magreb como una amenaza a su seguridad. Para rebajar la desconfianza, los ministros acordaron intensificar las acciones de cooperación y consulta, encargando a un comité la elaboración de un catálogo de medidas y países afectados.